El catecismo y usted

 "Que pertenezco..." 
 
El Catecismo de Heidelberg es conocido por su tono cálido y personal. Comienza desde su D.S.1 con una pregunta pertinente y más bien penetrante que se dirige directamente a cada uno de nosotros: "¿Cuál es tu único consuelo en la vida y la muerte", sin andarse con rondeos aquí, el Catecismo lanza directamente una de las preguntas más básicas de la vida que se vuelve todavía más apremiante cuando contemplamos la realidad de nuestra mortalidad. ¿Qué es nuestro consuelo realmente?, ¿en quién podemos confiar?, ¿dónde encontramos la verdadera ayuda y esperanza que nos sostiene durante toda la vida, e incluso después de la vida? 
 
El Catecismo pasa luego a dar una respuesta igualmente personal, también nos empuja fuera de nuestra zona de comodidad natural: "Yo no me soy propio, sino que pertenezco en cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte, a mi fiel Salvador Jesucristo." Hablando naturalmente, si hay una cosa que sentimos como nuestra, es nuestra propia persona: "Yo me pertenezco a mí" es la reacción visceral y la firme creencia de la mayoría de la gente en el mundo de hoy. El Catecismo pone esa convicción común por tierra y nos enseña que cuando uno cree en el Señor Jesucristo, él es nuestro dueño. Usted le pertenece a él y no a usted mismo.  
 
Esta cualidad particular del Catecismo se mantiene durante los 52 Días del Señor, pero se nota con más fuerza en ciertos Días  del Señor claves. Por ejemplo, cuando tenemos que enfrentar la cruda realidad del pecado, el Catecismo no nos permiten generalizar y más bien nos recuerda a cada uno de nosotros que "me inclino por naturaleza a odiar a Dios y a mi prójimo" (D.S. 2). Del mismo modo, todo lo concerniente a la fe no es vago o general. Por otro lado, el D.S. 7 nos ayuda a darnos cuenta de que "la verdadera fe es un conocimiento seguro por el que acepto como verdad todo lo que Dios nos ha revelado en su Palabra"; este énfasis personal se presenta explícitamente en otros días del Señor, como el D.S. 9 (respecto a nuestra relación con Dios el Padre), el D.S. 15 (pregunta) 39 (relativo a la crucifixión de Cristo), el D.S. 19 (relativo a la segunda venida de Cristo) y el D.S. 21 (relativo a la pertenencia a la Iglesia de Cristo).  
 
Lectura inicial

Si usted nunca ha leído el Catecismo de Heidelberg antes, o tal vez tan sólo ha visto una breve cita por aquí y por allá, la mejor manera para comenzarlo a leer, bien podría ser simplemente hacerlo Día del Señor por Día del Señor, lentamente. Es posible que esto tome un par de sesiones de lectura pero también que usted se sienta tan atraído por el que ¡lo lea todo de un golpe! No se preocupe si no entiende todo, si tiene alguna duda puede anotarla en un hoja de papel.

Lo importante, para empezar, es que se familiarice con la estructura, el contenido y el estilo del Catecismo, esta es una cuestión de la topografía de la catequesis, por así decirlo. Dios mediante, usted llegará a apreciar la sucinta, cálida y personal presentación que hace el Catecismo sobre la verdad de la Escritura, al igual que tantos otros cristianos de todo el mundo han hecho. Una vez que su apetito se haya agudizado, usted estará listo para más.

Puesto que ya se encuentra en este sitio web, la forma más fácil para empezar a leer el Catecismo es ir a la página que contiene el Día del Señor 1, a continuación, puede utilizar el menú de navegación ubicado en la parte inferior para así avanzar a través del Catecismo. Si prefiere leer en papel en lugar de leer de una pantalla de computadora, puede descargar e imprimir una copia completa del Catecismo haciendo clic aquí. 

Una segunda lectura

Una vez que se haya familiarizado con el Catecismo, es momento de echar un vistazo más de cerca y cavar más profundo. Durante su lectura inicial a través del Catecismo pudo haber tenido preguntas acerca de lo que se dijo en ciertos Días del Señor. Ahora es un buen momento para volver a esos Días del Señor y comenzar a explorar las citas bíblicas que aparecen debajo de cada pregunta y respuesta, eso es fácil de hacer en este sitio web porque el pasaje de la Biblia completo aparece tan pronto como se pasa el cursor sobre la cita.

A menudo, además del versículo en particular (que figura en la nota al pie de página), el contexto de ese versículo también es relevante. Si se pasa el cursor sobre una cita bíblica aparecerá en la esquina inferior izquierda un enlace llamado "Más", si usted sigue ese enlace este le llevará a un sitio web sobre la Biblia en el que podrá leer el contexto de ese versículo en la traducción bíblica de su preferencia. 

El explorar unos cuantos Días del Señor y su referencias en la Biblia, le ayudará a apreciar la utilización del Catecismo como una guía de las riquezas reveladas en la Sagrada Escritura 

Una lectura guiada 

Muy pronto usted descubrirá que las palabras del Catecismo fueron escogidas con sumo cuidado por los autores; hay muchas de ellas, más de las que saltan a la vista en una primera lectura. Gracias a Dios, el Catecismo ha sido utilizado por personas de vasto conocimiento durante más de 450 años. A lo largo de estos siglos, se ha escrito una gran cantidad de sermones, ensayos, artículos y libros y más recientemente, también materiales audiovisuales.

Si usted está leyendo un Día del Señor en particular, en este sitio web y desea ayuda en la comprensión del mismo, mire la barra lateral a la derecha, allí encontrará un acceso rápido y fácil a los distintos recursos que se relacionan sólo y específicamente con el Día del Señor que está estudiando. Si desea ayuda más general en la comprensión del Catecismo en su conjunto, puede encontrar lo que necesita yendo a nuestra pestaña "Recursos" o mediante la introducción de una o dos palabras clave en la barra de búsqueda que siempre está ahí en la parte superior derecha de nuestra página. 

Encontrar una iglesia que utilice el Catecismo

Leer y estudiar el Catecismo por su cuenta es una experiencia alentadora y de enriquecimiento espiritual, hacer uso de los recursos de este sitio web, sin duda le permitirá aprovechar todavía más sus descubrimientos, sin embargo, hay una manera aún mejor; crecer en la fe no es una peregrinación individual, sino que es una cosa que debe ocurrir junto con otros hermanos creyentes (Efesios 3:18). El Seminario que patrocina este sitio web está vinculado con una federación de Iglesias, las Iglesias Reformadas de Canadá, que hacen que la enseñanza del Catecismo y su predicación sean un elemento regular en la vida de la comunidad. Hay también otras iglesias, confesiones reformadas en todo el mundo que utilizan el Catecismo. Dios quiera que usted pueda encontrar una iglesia reformada cercana que utilice activamente el Catecismo de Heidelberg.