¿Por qué fue escrito?

El Catecismo de Heidelberg se publicó por primera vez en un territorio alemán llamado "Palatinado", el 19 de enero de 1563. Sus dos autores principales fueron Zacarías Ursino y Gaspar Oleviano, sin embargo, fue un funcionario de gobierno, el elector Federico III, quien inició todo el proyecto. Puede leer más sobre las circunstancias que condujeron a la publicación del Catecismo en nuestra sección "Historia".

Este mismo hombre, el elector Federico III, escribió un prefacio para la primera edición del Catecismo. En este prólogo se nos da una idea de por qué el Catecismo de Heidelberg fue escrito. Curiosamente, la mayoría de sus motivaciones son todavía del todo relevantes hoy en día. He aquí un resumen de los principales puntos que Federico III mencionó. 

La Iglesia siempre necesita mejorar

El elector agradece que algunos de sus predecesores hubieran trabajado duro para lograr que las personas tuvieran una mejor comprensión de la Biblia, así como que la aplicaran en sus vidas cotidianas, sin embargo, como dice el refrán, la práctica hace al maestro. Pero a pesar de estos esfuerzos, la Biblia es un libro grande, que contiene muchas verdades, algunas de las cuales se revelan en los escritos históricos, otras en los poéticos y aún otras en visiones, por lo cual, a veces es difícil captarlo todo junto de una sola vez, y si alguien no capta el panorama general, ¿cómo va a comprender los detalles y mucho menos ponerlos en práctica en su vida diaria? Es justo aquí donde el Catecismo ayuda a la iglesia para seguir progresando; proporciona un bosquejo de fácil compresión de la totalidad bíblica y muestra también a los cristianos cómo empezar a aplicar las Escrituras en lo esencial y básico de la vida diaria. 

Los jóvenes son el futuro de la Iglesia

Ya sea que hayan vivido en el siglo XVI o esten sentados en la sala de la casa en estos momentos, los niños siguen siendo niños y los adolescentes siguen siendo adolescentes; por naturaleza no se inclinan a tomar la Biblia y leerla de principio a fin. Sin embargo, si no aprenden bien el evangelio de la salvación, el futuro de la Iglesia comienza a parecer bastante sombrío, ¿o no? El Catecismo está especialmente dirigido a los jóvenes, habla en un nivel que puedan entender, hace preguntas para las que ellos quieren respuestas. El uso del Catecismo con los jóvenes de la iglesia traerá una abundante cosecha de justicia para las generaciones venideras. 

Los pastores no siempre son consistentes entre sí

La mayoría de los predicadores son personas sinceras, que trabajan duro y son dignos de nuestro respeto (1 Tim 5:17), hacen todo lo posible para explicar la Palabra de Dios a sus congregaciones, sin embargo, a decir verdad, cada pastor tiene sus doctrinas favoritas de las que le encanta hablar e incluso, sin tener la intención, podría omitir otras doctrinas. Más allá de eso, un pastor puede explicar el significado de la muerte de Cristo de una manera, mientras que el pastor en la siguiente congregación lo hará de manera diferente. A veces, los dos enfoques son complementarios pero otras veces son confusos. Los predicadores no tienen que ser copias exactas unos de otros, pero la consistencia entre ellos sería un paso de gigante hacia el fortalecimiento de la iglesia. El Catecismo fue escrito para alentar una predicación y enseñanza consistentes entre los pastores. 

Los creyentes curiosos a veces quedan atrapados en cuestiones irrelevantes

En términos generales, la curiosidad es una cosa buena, se aprende por medio de hacer muchas preguntas, sin embargo, hay otra cara de la moneda. A veces los cristianos se enredan debatiendo cuestiones para las cuales no hay respuestas en la Biblia o el asunto en cuestión es bastante trivial en el gran esquema de las cosas. "¿Qué estaba haciendo Dios antes de que se creara el mundo?" "¿Los ángeles tienen dos o seis alas?" El Catecismo nos enseña a hacer preguntas realmente importantes, de hecho, muchas de las preguntas formuladas en el Catecismo tienen importancia no sólo para esta vida, sino para la vida eterna. Aprender a hacer preguntas relevantes es otra razón de peso para utilizar el Catecismo. 

Detectar la herejía a menudo es más difícil de lo que se cree

Muchos herejes suenan sorprendentemente ortodoxos, se refieren a Dios como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, proclaman la muerte de Cristo en la cruz y llaman a la gente a poner su confianza en el Hijo eterno de Dios. Aún así, como los de Berea (Hechos 17:11), estamos llamados a comparar la enseñanza de todo el mundo con la norma inspirada de la Santa Palabra de Dios. Pero, ¿quién tiene el tiempo para hacer eso constantemente? ¿quién tiene el suficiente conocimiento de la Biblia en sus manos para discernir la verdad del error de manera eficiente y precisa? Ciertamente, cualquier ayuda que podamos obtener para la localización de la herejía, es muy positiva. Y esa es otra cosa que el Catecismo ofrece, que no rehuye a la tarea de señalar los errores y alejarnos de ellos para nuestro propio bienestar espiritual.

Estos son algunos de los principales motivos que el elector Federico III tenía en su corazón cuando encargó la publicación del Catecismo de Heidelberg. Si usted quiere leer el prefacio, lo tenemos disponible en el sitio, simplemente haga clic aquí.

Esperamos que usted pueda ver que las razones que Federico III tenía sobre contar con un catecismo siguen siendo pertinentes para la Iglesia de hoy. Si el pueblo de Dios necesitaba un resumen fiel de las Escrituras en el siglo XVI, todavía lo necesitamos en el siglo XXI e incluso, tal vez, con más urgencia.